Lejos de ser una ciencia exacta, sobre la amistad podemos escribir un sinfín de afirmaciones:
*es una de las muestras de cariño más puras e incondicionales;
*no discrimina raza, género ni religión;
*no tiene límite de edad ni cantidad;
*es un regalo que debe cuidarse como un tesoro preciado.
Incluso, existen distintos y variados grados de amistad:
*los amigos de la infancia, del barrio, del trabajo;
*camaradas de copas y aventuras;
*compañeros de la vida;
*hermanos del alma.
Pero, cuando se trata de la amistad entre el hombre y la mujer ¿mantenemos con tanta seguridad dichas afirmaciones?
Demos rienda suelta al debate.
-Muchas personas confirman plenamente que existe, desmitificando el mito creado alrededor del asunto.
-Otras cuantas niegan rotundamente dicha posibilidad.
-Algunos consideran la amistad como el medio perfecto para llegar al fin deseado, es decir, se hacen los amigos para acostarse con el otro.
-Cierto porcentaje, luego de intentar reiteradas y fallidas veces acostarse con el otro, termina conformándose con su amistad.
-Y obviamente no nos olvidemos de los famosos “amigos con derecho a roce”!!
Como podemos ver, no hay una respuesta correcta, ni existe un único o acertado modelo de amigo; pero en el instante que somos concientes de esta observación seremos capaces y merecedores de disfrutar una verdadera y real amistad.
29.9.10
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