20.9.10

El síndrome del gataflorismo

Que sí, que no, que no, que sí. Que primero blanco y después negro, que nunca negro y siempre blanco.

Así es la historia de nuestras vidas. Deseamos lo que no tenemos, no queremos lo que poseemos.

Algunos eruditos en el tema consideran esta actitud como un modo de constante superación, lo cual sería muy positivo…si fuese cierto! Pero lamentablemente, sabemos que sólo es producto de nuestra inagotable y disconforme naturaleza humana - femenina.

A continuación señalaremos algunas típicas reacciones del síndrome de gataflorismo:

-Las morochas queremos ser rubias.

-Las que tenemos rulos intentamos alaciarlos.

-Las altas nos encorvamos para parecer más bajas.

-Las trabajadoras independientes buscamos un trabajo estable. Las oficinistas libertad condicional!

-El novio que nos hace reír nos termina resultando inmaduro, el romántico un pegote y el equilibrado demasiado aburrido.

-Las solteras invocamos, cuasi desesperadamente, un novio. Las novias anhelamos, cuasi desesperadamente, la soltería.

-Aquél que nunca nos impresionó cuando encuentra pareja nos comienza a atraer.

-Si va muy rápido, solo quiere “eso”. Si va lento es un dormido!

En caso que usted no se sienta identificada o no haya padecido alguna de las situaciones mencionadas existen dos opciones: puede sentirse afortunada por ser la única mujer en la faz de la tierra que no ha sufrido el gataflorismo o bien concurra con urgencia a su médico de cabecera!!

1 comentarios:

SoLiTa Mi AlMa dijo...

exelente amiga!! como siempre.. quien no se siente indentifacada?? jejej saludos